Yanirys García García, una joven de 24 años de edad, madre de cuatro hijos, y residente en una zona rural del municipio de Dibulla, fue asesinada la madrugada de este viernes por su compañero permanente en un acto de intolerancia que fue atizado por problemas pasionales que se habían estado gestando desde hacía muchos meses y que a las dos de la madrugada tuvieron un triste desenlace.
Yanirys García tuvo su propio vía crucis. Narraron allegados que cuando eran aproximadamente las dos de la madrugada se inició su primera estación de dolor. Cesar, su marido, natural de Valledupar, llegó a la casa y allí habría encontrado a un extraño. A esa hora estaba una hermana de nombre Nidia, pero ella dijo a los suyos que no sintió discusión alguna y solo cuando ella le tocaba desesperadamente la puerta fue cuando supo lo que estaba pasando. Al abrir, su hermana no pudo aguantarse más y se desplomó al pie de la puerta de la humilde casa de tablas y techo de zinc en la que estaban residiendo. Narró que estaba bañada en sangre y con una herida en el cuello y otra en la cara que le desgarró una buena parte de los labios y mejilla.
Pidió ayuda y los vecinos llegaron a socorrerla, mientras que el agresor se daba a la fuga. Los vecinos llamaron a la ambulancia, pero debieron esperar mucho, pues en el pueblo más cercano, Mingueo, no estaba y debía partir de Dibulla hasta la vereda de la tragedia localizada a pocos kilómetros del corregimiento de Mingueo. La joven al final fue transportada hasta el centro de salud de ese poblado y cuando eran aproximadamente las cuatro de la madrugada, falleció, dijo Merided Castillo, una de las hermanas.
Con sus 24 años, Yanirys era madre de cuatro niños. Cesar, a quien acusan de su homicidio, es el padre de los dos últimos. Los primeros fueron en otro matrimonio.
Merided asegura que ellos tenían una relación que no estaba funcionando. Ya en una ocasión se habían separado y ahora estaban nuevamente probando la ‘segunda oportunidad’.
“No sabemos realmente lo que haya pasado en esa casa, yo vivo bastante lejos de allí en el corregimiento de Palomino, pero nada, y nada es nada, justifica que se hubieran tomados las acciones que se dieron por parte del marido”, dijo Meredid, hermana de la víctima.
Mientras esperaban el cuerpo a las afueras de Medicina Legal de Riohacha manifestaron que esperaran la llegada de la mamá, quien se encuentra por fuera de La Guajira, para que sea ella quien decida donde se le dará sepultura.
Sobre el hombre que supuestamente estaba en la casa de la víctima, no se dieron mayores detalles, pero una fuente indicó que en el mismo puesto de salud de Mingueo, fue atendido un joven con heridas de arma blanca, pero no podían asegurar que se tratara de la persona que está vinculado a la tragedia.
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