15 ene 2015

DIFÍCIL SER SOLO CHARLIE



Por: Gustavo Munera Bohorquez



Difícil entender como humor el escarnio de las costumbres y creencias de los otros, porque eso traspasa el derecho a la libertad de expresión. La humanidad es interesante como conjunto porque sus individualidades son diferentes unas de otras. La uniformidad que interesa a algunos  es insinuación de intereses ajenos al derecho a la libre expresión de ideas y a la libertad de cultos. En este tema hay un sesgo ideológico encubierto.

Reprochables las muertes de los caricaturistas franceses y otras gentes por la 
indignación islamista ante las ofensas recibidas por parte de la revista satírica Charlie Hebdo; habían ridiculizado al profeta Muḥammad. Sin duda, se les había ido la mano desde hacía tiempo, no solo con el islam. En otras palabras, lo que estuvo mal en los yihadistas Said y Chérif Kouachi y Amedy Coulibaly fue haber propiciado la muerte de 20 personas (el método), lo que deslegitimó su protesta.

Pero, pocos ven el abismo entre los derechos humanos según se sienten en Europa y que para los demás son letra muerta. Desde el Cilindro de Ciro, que contiene regulaciones sobre el respeto a las poblaciones, promulgadas en el 539 a.C. por Ciro El Grande de Persia y base del Pacto de los Virtuosos suscrito por varias tribus árabes mil y pico de años después, hasta la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU en 1948, se insiste en “que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”.

“Allahu Akbar” (Alá es Grande), es igual a decir Dios es omnipotente y debe de ser respetado sobre todas las cosas. Las ideas musulmanas como las cristianas  se tienen que sobrellevar, pues la tolerancia a la diferencia en las creencias es piedra angular de la convivencia. En estos momentos existen diferencias entre varios periódicos europeos si reproducen las caricaturas de Charlie Hebdo. Por ejemplo, rayan en el abuso dos de ellas –las portadas 1044 y 1101-, donde para zaherir al papa Francisco por su actitud ante los homosexuales representan a la Trinidad cristiana siendo Dios sodomizado por su hijo Jesús y éste por el Espíritu Santo; y en la segunda, Francisco se aprecia con extravagantes adornos rosa.

Debe hacerse el debate entre el derecho a opinar y cuándo éste pasa a ser una intromisión en las creencias y valores de los demás. Vamos por el camino equivocado y las recientes manifestaciones violentas en Europa vaticinan lo que seguirá: envalentonamiento de los civilizados franceses y escalamiento del conflicto por parte de quienes no saben o no quieren hacerse respetar por medios pacíficos. Sobre el tópico vale la pena revisar la nota el periodista Javier Darío Restrepo en El Heraldo de Barranquilla,Muerte a caricaturistas (http://www.elheraldo.co/columnas-de-opinion/muerte-de-caricaturistas-180227).

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